martes, 31 de mayo de 2011

DEMOCRACIA

Cuando  miles de personas se manifestaban, en muchas ciudades de España, bajo el lema: “Democracia real ya” y un clamor popular gritaba: “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”;  en  Atarfe se celebraban 24 horas de música en directo en un parque que “no se inauguraba”, en la Casa de la Cultura la cantante Rosa firmaba ejemplares de un libro de recetas  escrito hacía tres años, los mayores asistían a una comida. A mayor gloria del partido en el poder, con el dinero de todos,  pagábamos actos electorales ilegales dirigidos a  los jóvenes, las mujeres y los mayores de este pueblo. 

Tampoco en este pueblo somos mercancía. Muchos de nosotros, tenemos el mismo sentir que las miles de personas normales y comunes que han salido estos días a la calle, indignados por la corrupción, indignados porque el dinero del Estado vaya a cubrir los agujeros que han producido  los causantes de la crisis. Indignados por la indefensión del ciudadano de a pie.


A pesar de las dificultades y los balbuceos del movimiento, algo nuevo se está despertando en España, se está pasando de la desesperación ante un futuro cada vez más incierto, de la indignación a la resistencia y a la movilización. Lo mismo esperamos que suceda en Atarfe después de las elecciones.

Desde hace ya años, estamos asistiendo a un deterioro de la democracia: se pone trabas a la participación ciudadana, se oculta información, se trata a los ciudadanos como meros consumidores y espectadores. Se utiliza el reparto del trabajo como medio para controlar la vida y la libertad de las personas. La ley no es igual para todos, la justicia en este país es lenta, no tiene medios y, sobre todo, es débil con los poderosos. Cuando se gasta el dinero público no existe ningún control efectivo, ni se exigen responsabilidades a los que despilfarran lo que es de todos o lo desvían para beneficio de unos pocos.

En muchos municipios y Atarfe es uno de ellos, se han instalado camarillas que han medrado, que se han enriquecido a costa de todos  y que solo han atendido a los intereses de grupos económicos especuladores, y, a veces, mafiosos. Un modelo de desarrollo urbano y municipal como el que hemos tenido, cargado de irregularidades y actuaciones arbitrarias, y basado en el poder ilimitado de determinadas corporaciones y empresas, sólo ha podido aplicarse mediante:

-El largo ejercicio de un poder político autoritario e incontestable, completamente decidido a imponerse a cualquier precio. No era suficiente la mayoría absoluta, se necesitaba un plus añadido de caudillismo, de populismo patriotero de cortos vuelos y de control exhaustivo del mercado laboral y de las ayudas sociales del pueblo. El miedo y 20 años de palo y zanahoria desmovilizaron paulatinamente el vigoroso movimiento ciudadano  que se gestó en los inicios de la democracia y en los años 80.

-El enorme “déficit democrático” de los partidos que ha permitido que los aparatos locales  controlen las listas e impidan cualquier soplo de aire fresco y renovación interna.

Hemos vivido inmersos en un espejismo. Los años de “esplendor” de la construcción imparable, devoradora de vega y de otros recursos que podían haberse utilizado para crear riqueza productiva estable, han enriquecido a unos pocos y han dejado miles de parados, han dejado miles de viviendas vacías y han despojado de sus casas a muchas familias que no pueden pagar las hipotecas y se quedan en la calle. Quedan cientos de jóvenes sin futuro, cientos de mayores que, con su paga de jubilados, deben mantener a sus hijos y nietos que no tienen trabajo. Todas esas personas necesitan respuestas y deben participar en la elaboración de las soluciones que se den.

Tenemos una gran oportunidad para prestigiar la vida política, para superar el abstencionismo ciudadano, el desencanto de los jóvenes, para apostar por la democracia como valor fundamental, para fomentar la libertad frente al miedo, la igualdad frente al clientelismo y la fraternidad solidaria frente al chovinismo y la exclusión social.

Para ello, lo primero es desprenderse de tutelas envenenadas, empezar a perder el miedo. Aquellos que nos podían hacer daño, son nada y nadie desde el mismo momento en que se deja de tenerles miedo.

Y saber que las respuestas no están en manos de “salvadores” que prometen empleo y la solución de todos los problemas. Nos engañaremos si pensamos que las alternativas van a ser fáciles, serán necesarias buenas dosis de inteligencia colectiva, sentido común y sobre todo será necesario el trabajo y la participación de mucha gente para poder enderezar la situación crítica del ayuntamiento de Atarfe y empezar a vislumbrar un futuro para el  pueblo.

Lo que ha sucedido ha sido posible porque se redujo la democracia y la participación ciudadana. Saldremos de esta situación si los grupos municipales elegidos en estas elecciones actúan responsablemente, eso será posible si las paredes del ayuntamiento son de cristal, si  lo que se propone, se hace y se acuerda está a la vista de todos. Si,  además, avanzamos en la democracia y la hacemos participativa, siendo capaces de vertebrar la participación ciudadana en este pueblo, consiguiendo un profundo compromiso de regeneración democrática de todas aquellas personas buenas y progresistas que viven en Atarfe.

Hay mucho camino por delante, pero debemos recorrerlo creando cauces de debate, participación. Democracia real en Atarfe, ese es nuestro primer objetivo.




3 comentarios:

  1. Ojala los Juzgados tuvieran tambien paredes de cristal

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  2. Una cosa Rosa le vais a decir a todo lo QUE proponga el Pp NO, solo por ser de derechas, la derecha también esta en el Psoe no lo olvidemos, en este pueblo esta mas a la derecha que en otro sitio, en campaña propugnais una cosa, como le vais a explicar a los atarfeños que vais dejar gobernar a un partido que llevaba a Victor en sus listas.

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  3. Espero que nuestra posición se quede clara con la nueva entrada: Nueva etapa para Atarfe, para ti y para muchos que están confusos he querido dejar claro nuestro planteamiento en ese nuevo escrito.Si hemos realizado una oposición ferrea con un equipo de gobierno formado por 11 concejales y con mayoría absoluta, seguiremos realizando nuestra labor, en el puesto que nos ha colocado el pueblo de la misma forma y con mejores resultados para Atarfe, porque ahora el PSOE ha perdido la mayoría absoluta.

    Nunca hemos estado cerrados a votar propuestas que consideremos justas para el pueblo, vinieran de donde vinieran, hemos votado con el PP y también hemos votado con el PSOE, cuando lo que planteaban era correcto. Somos una fuerza política responsable y seria. Nuestra oposición ha sido a las políticas que iban en contra de lo público y de los intereses del pueblo y lo que hemos dicho lo hemos fundamentado con creces. Quien conoce nuestro trabajo lo sabe, seguiremos así.

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